¿Sabías que en el planeta un 45% de la población mundial, que corresponde a casi 3500 millones de personas, usan de forma activa las redes sociales? Seguro que todos formamos parte de ese porcentaje. Los recursos digitales son más antiguos, pero las redes sociales nacieron con Internet en los años 70, y no irrumpen tal y como las conocemos hoy hasta la década de los 2000.

No hay que negar que nos han alegrado la existencia, nos hacen compañía y también, nos generan adicción. Nos unen a aquellos que tenemos lejos y en muchos casos nos alejan de los que tenemos cerca. Casi todos tenemos un perfil en alguna red o en varias. Todos se manejan de manera diferente y se dirigen a públicos distintos.

Tienen diversos formatos de publicación y en todos, un nivel de dificultad notable para conseguir los, tan anhelados, seguidores. Y más ahora, cuando los perfiles se han dividido en personales y de empresa y el «adorado» algoritmo nos impide llegar a ellos de forma  natural para obligarnos a promocionar, pagando. Todo un negocio. Aparte de esta dificultad añadida, ¿sabes qué uso darles, para lo que sirven y lo que dicen de ti? ¡Cuidado con lo que publicas!

En España, Elogia para IAB Spain, elaboró un estudio en el que determinó que el 85,5% de los usuarios nacionales tienen edades comprendidas entre los 16 y los 65 años. En la actualidad, Instagram cuenta con 1.000 millones de usuarios, 200 millones más que en 2018. Es la red que más ha crecido porque ha pasado del 18% en 2014 al 54% en 2019. La primera en aparecer fue Sixdegrees en 1997. Luego llegó Tuenti. Más tarde le tocó el turno a Linkedin, Facebook, Twitter e Instagram y la última en aparecer con un éxito rotundo ha sido Tik Tok. De momento, ahí estamos.

Llegaron para quedarse y no nos planteamos un futuro sin ellas. Sea cual sea la red elegida, nos adaptamos a la forma de publicar y nos esforzamos por llamar la atención de propios y ajenos. Forman parte de nuestra vida. Somos conscientes de que son un medio importante para informarnos ya sea de las noticias o de la vida de otros. ¿Cuál es tu caso?

Son tu carta de presentación

Las redes sociales son esa gran ventana por la que se asoma nuestra vida. Son el espejo de nuestra personalidad que refleja cómo somos en realidad. El punto realmente importante de estas plataformas radica en que forman parte de nuestro currículum. Sin ir más allá, por todos es sabido que, entre otras cosas, sirve como carta de presentación para un futuro empleo, porque evidencia para bien o para mal nuestro comportamiento. Es por ello, que pueden ser responsables de que nos contraten y ofrecen también la posibilidad de que nos descarten.

Cada red se especializa en algo y su función también varía de acuerdo al motivo para el que la creamos. Algunos la queremos para trabajar y otros simplemente para socializar. Existen los perfiles activos, los inactivos, los profesionales y los divertidos. ¿En qué grupo estás? De una forma o de otra, lo que publicas en tus redes es el reflejo de lo que eres. Tu perfil dice más de ti, que tú mismo.

Los recursos digitales en tu empresa

Hablando a nivel empresarial, porque a nivel personal cada uno lo lleva como le apetece, necesitas de tus recursos digitales para llegar a tu público objetivo de la manera correcta. Tu marca también tiene personalidad y como tal, la debe reflejar. No olvides que es un canal muy efectivo para conectar con tus seguidores y fidelizarlos. Conseguir que se identifiquen con tu oferta es el objetivo para alcanzar tus metas.

A través de los mensajes que emites, según la filosofía y la cultura de tu marca, puedes definir las mejores estrategias para cubrir las necesidades de tus consumidores. Una buena gestión de redes, hace a tu negocio más competitivo. Recuerda que lo importante no es lo que dices, sino lo que te entienden.

Con las redes sociales, bien gestionadas, aumentas la visibilidad de tu marca en el espacio virtual, interactúas con tus seguidores y conoces sus gustos. Además estás al día sobre la situación de tu mercado y valoras la efectividad de tus estrategias, entre otros. Además, mejoras tu reputación online y fomentas el networking para ampliar tu red de contactos y así abrir nuevas líneas de negocio. Sin duda, todo ventajas.

Llamar la atención es lo que necesitas para que te conozcan. Pero tienes que hacerlo con mimo y buen gusto. La comunicación, en la actualidad, es bidireccional y dinámica y exige una constante adaptación a los movimientos del entorno. Por ello, no te estanques. Es un ejercicio permanente de prueba-error, porque lo que hoy funciona, mañana igual no.

¿Cómo quieres aprovechar tus recursos digitales?

Para todo hay que tener un plan. Por ejemplo, lo primero es saber qué quieres decir y a quién. Después de definir este dato, tienes que plantear la manera en la que vas a alcanzar tus metas, analizando qué se ha hecho y qué se va a hacer. Por otro lado, tienes que ubicar tu negocio en cuanto al sector, público y el área de influencia. La coherencia, forma también parte de tu imagen. Te ayuda a proyectar seriedad.

Por último, y no menos importante, saber cómo quieres llegar a tus consumidores y qué contenidos interesantes les vas a ofrecer. Para esto te debes apoyar en tu página web. ¡Ah! Y no te olvides de medir constantemente la eficiencia de tus perfiles para saber si funcionan tus propuestas para conquistar el mercado.

Evidentemente, todo esto requiere de tiempo y de conocimiento. Valora la comunicación de tu empresa, porque de ella depende una buena parte de tu éxito. Te ayudamos. No dudes en ponerte en contacto con nosotros. Y tú, ¿qué esperas de tus redes sociales? Te agradecemos tus comentarios, porque nos ayudan a crecer.

Foto: Ally Souza