¿Has pensado por qué prefieres determinados productos, si existen alternativas muy similares y más baratas? Porque esa marca que eliges ha sabido aplicar una estrategia de Marketing que cala hondo en la mente de su consumidor. Estoy hablando del Branding. Hay una diferencia entre los productos y servicios que conoces y los que llegas a adorar. Lo que distingue a unos de los otros, es el sentido de pertenencia y las relaciones que establece la marca con su comunidad. Es por ello, que cuando consigues que quienes de entrada son tus clientes se conviertan en tus fans logras que paguen por lo que les ofreces sin fijarse en el precio.  

Este amor solo puede conseguirse a través de una estrategia de Branding bien diseñada y ejecutada. Hubspot la define  como “un plan a largo plazo para el desarrollo de una marca sólida con el fin de alcanzar objetivos específicos. Involucra el establecimiento de valores y diferenciadores con respecto de la competencia, y así logra ser relevante para su audiencia”.

Esta estrategia va más allá del logotipo, el nombre, los colores corporativos… Es definir su personalidad, darle notoriedad para que destaque del resto y construir la reputación que te posicionará como referente en el mercado. Tienes que comunicar con coherencia los atributos de tu marca de forma que conectes con tus seguidores para que se sientan identificados con tus valores. Es necesario que la imagen concuerde con lo que dices. El mercado está saturado y todos están en la lucha por destacar vendiendo lo mismo. La única forma de enamorar a tu audiencia es transmitiendo el valor diferencial de lo que le ofreces para que te prefieran a ti, por delante del resto. Jamás bajando el precio

Una estrategia de branding fomenta la parte emocional de tu marca y hace que sus seguidores la perciban de forma positiva. No habla de una descripción de cualidades del producto o servicio. Habla de su propósito, su misión y su visión. Tienes que conseguir que la construcción de tu marca se cimiente en unos hábitos y creencias que sean compartidos con quienes la consumen. Solo de esta forma, podrás estrechar lazos con ellos. El propósito como valor es lo que convertirá tu empresa en una marca.

El Círculo Dorado, también conocido como Círculo de Oro, es una representación gráfica creada por Simon Sinek. Es una metodología que sirve para inspirar y llevar un mensaje a los demás. En el siguiente gráfico se aprecia la descripción que hace su creador del proceso:

Fuente: blog de Toronja Ojona

Es la época en la que las empresas que existen solo por los beneficios económicos cambien el chip y se dediquen a pensar en las necesidades que tienen que cubrir a sus seguidores. El círculo central hace referencia a por qué hacemos lo que hacemos. Tiene que existir, además, un compromiso que aporte algo positivo a la humanidad en el que tiene que trabajar sin descanso. En el segundo círculo, el autor, se refiere a cómo hay que hacerlo para alcanzar los objetivos y en el tercero a qué hay que hacer. En otras palabras, describe a la perfección, los valores de cualquier marca: el propósito, la misión y la visión.

Para desarrollar una estrategia de branding, que te dirija a buenos resultados, es necesario que tengas en cuenta aspectos como identificar a tu Buyer persona. Sin este dato, estarás dando palos de ciego y derrochando tus esfuerzos por llegar a personas a las que quizás no les interese lo que les ofreces. Los objetivos no pueden faltar en ningún plan, pero siempre tienes que establecerlos después de definir a tu comunidad. Consisten en saber hacia dónde quieres dirigirte o qué quieres lograr. Solo de esta forma podrás conseguir nuevos seguidores, llamar su atención, mantenerlos y hacerlos incondicionales con tu marca. Vale la pena aclarar que los objetivos tienen que ser siempre SMART: Specific (específico), Mensurable (medible), Achievable (alcanzable), Relevant (relevante), Timely (temporal).

También es fundamental realizar un análisis DAFO. Tienes que identificar tus debilidades y amenazas para prevenirlas o neutralizarlas y tus fortalezas y oportunidades para potenciarlas y aprovecharlas. Cuando tengas este documento preparado, sabrás qué necesitas mejorar, cambiar o eliminar.  Otro punto muy importante es que definas la identidad de tu marca. En este punto tienes que encontrar ese nombre atractivo que defina tu actividad, diseñar el logotipo, seleccionar los colores que la van a diferenciar, la tipografía que vas a utilizar en todos tus textos… Todo dependerá de la personalidad que quieras imprimirle. Eso sí, siempre enlazada con los valores. La coherencia es fundamental en este proceso.

El branding y los vínculos emocionales con tus seguidores

Tienes que definir en qué canales tendrá presencia tu marca, y qué tipo de marketing de contenidos utilizarás. Destaca todo aquello que la hace única y haz esa mezcla de ingredientes que harán que sus seguidores nunca la olviden. Por encima de todo, tiene que ser auténtica. Persigue las emociones de quienes te conocen hasta que lleguen a amarte. Todas las acciones tienen que estar acorde con los valores de tu marca y también tienes que ser muy constante. Nunca olvides por qué te siguen.

Por último, y no menos importante, las métricas y la evaluación. Te permitirán saber si tus esfuerzos están dando resultados y si la estrategia que has aplicado está siendo efectiva. La ventaja es que te permite redireccionar las acciones o saber si vas bien encaminado. Tu estrategia de branding, es la única manera de ser exclusivo y diferente a todo lo demás. Haz que tus seguidores se sientan orgullosos de llevar tu marca y abanderen lo que les ofreces. Nunca tendrás mejor publicidad.

Dale una estructura y define quién eres y qué haces. Debes tener una estrategia de Branding porque creas vínculos emocionales con tus clientes, consigues que te asocien a ideas, ofreces experiencias en vez de productos y defines objetivos concretos que te dirigen sin entretenerte a la meta. ¿Ya tienes tu estrategia de branding definida?

Foto Ally Souza